Una vez más, me encuentro delante de mi portátil, sin saber cómo demonios continuar relatando ésta peculiar historia de amarillos y aviones, y, es que, a veces, la realidad supera a la ficción.
Me inspira para escribir ésta historia... Es el resumen de todo éste sinsentido...
Bien, por dónde íbamos...
AVIONES
Tras razonar quién de los dos " perdería " más dejando su Tierra natal, llegamos a la conclusión de que sería él quien haría las maletas para un viaje sin billete de vuelta hacia Barcelona.
Yo tengo una estupenda relación con mi familia, y él, en aquellos momentos, estaba bastante distanciado de la suya.
Yo tengo vivienda aquí, y él, estaba viviendo en casa de un amigo, con la mujer de éste, y sus dos hijas.
Yo tengo asuntos legales por resolver aquí, y él, no tenía trabajo ni carga alguna allí, o éso me dijo...
Yo tenía mis amistades aquí, y, para él, no eran su prioridad, o éso me dijo...
Así que, estaba claro, ¿ No ? Pues no, y ya os explicaré el por qué.
Después de dos semanas whatsappeando y hablando por teléfono, sacó el billete.
Yo no cabía en mí de tanta alegría. Por fin había encontrado al hombre de mis sueños. Era guapo, cariñoso, sincero, teníamos tanto en común... yo parecía ser lo primero para él, me aceptaba tal y como yo era...
El día de su llegada, yo era un flan... Me puse lo más guapa que supe en aquel momento, y fui a esperarle al aeropuerto de El Prat. Llegué casi dos horas antes, y no hacía otra cosa que mirar el panel, dar paseos por la terminal, y rezar en silencio a un Dios en quien no creo para que todo saliera bien. Cuando en el panel anunciaron que el vuelo de las 20 : 15 H. procedente de Gran Canarias había despegado, corrí a recibirle.
No recuerdo haber estado más nerviosa y más ilusionada en mi vida.
No recuerdo haber amado tanto a un hombre en mi vida.
¿ Queréis saber más, chic@s ? ¿ Qué pasó cuando nos vimos ?